viernes, 1 de marzo de 2013

L de la lanza de Lucrecio (Luis Manuel Navarro 2º A)

Este experimento está planteado en un poema donde se lleva una lanza hasta el fin del universo y se lanza, de aquí se pueden sacar varias hipótesis de lo que podría pasar, la primera hipótesis, es que la lanza atraviese el límite y siga su trayectoria, otra hipótesis sería que la línea no sea el final y la lanza deba atravesarlo. 
A continuación observamos un análisis donde debemos suponer que el universo es finito y que se pudiera llegar, y que al lanzar la lanza, o bien, siga su trayectoria o haya algo que la detenga, estas afirmaciones obligan a reconocer que el universo no tiene fin. 

Hablaremos ahora de un libro "De Rerum Natura", escrito en estos últimos cien años donde se observa verdades del universo que Epicuro ya habría planteado, el universo es vacío  y partículas pequeñas, o que las partículas pequeñas, o que las partículas ni se crean ni se destruyen. Este planteamiento del universo hasta el siglo XX es la mejor descripción, en esta descripción se afirma que hay movimiento de partículas lo que lleva a la posibilidad de libertad. 

Otros autores como Descartes o Newton ofrecen argumentos para demostrar la infinitud del universo, pues si se afirma que el universo es finito, limita el poder de Dios. Einstein plantea que si puede ser finito puesto que el espacio no obedece a la geometría. 

Actualmente la hipótesis que hay es la de que el espacio está compuesto por campos invisibles y lo que llamamos universo está flotando en esos campos.

lunes, 18 de febrero de 2013

"El escarabajo de Wittgenstein y otros 25 experimentos mentales más: Olbers y su paradoja"

Este libro recoge 26 de los más interesantes experimentos mentales de la historia, entendiendo experimento mental como aquel, que siendo imposible de realizar científicamente, llevamos a cabo a través de una serie de situaciones hipotéticas que nuestra razón nos lleva a imaginar.

He decidido analizar la paradoja de Olbers, médico y astrónomo alemán de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Heinrich Olbers plantea que al ser el universo tan grande y haber en él tantas estrellas separadas entre sí, al hacerse de noche, deberíamos encontrarnos con un cielo plagado de estrellas y con tanto brillo como si de una sola estrella de grandes dimensiones que ilumina el cielo en su totalidad se tratara. Así pues, partiendo de un universo nocturno infinito, con estrellas y galaxias distribuidas uniformemente, el cielo que se nos presenta no debería ser como es, negro, sino al contrario, totalmente blanco.




Análisis.

De ser el universo infinitamente grande e infinitamente viejo,  la única explicación razonable, que predominó durante el siglo XIX, sería que las estrellas y galaxias no solo no estarían distribuidas uniformemente, sino que lo harían en grupos irregulares, ocultándose unas tras otras provocando grandes vacíos de oscuridad en el cielo. Sin embargo, hoy en día, la hipótesis de la uniformidad del universo está, al menos en parte, aceptada. Por otro lado, se cuestiona la hipótesis del universo infinitamente viejo, que los coetáneos de Olbers daban por cierta. Por esto, en nuestros días, la solución que se le da a esta difícil paradoja no es otra que la de que, aún siendo en universo infinitamente grande, al no ser infinitamente viejo, hay estrellas en él cuya luz aún no ha llegado a nuestro planeta y por lo tanto, no podemos percibir. Esto explica el porqué de la oscuridad del cielo nocturno.

Personalmente considero más que aceptable la hipótesis del universo joven, puesto que, si confiamos en la teoría del Big Bang, todas las estrellas situadas a más de 15 mil millones de años luz de la Tierra (supuesto momento de la gran explosión) no serian visibles desde nuestro planeta, puesto que su luz no ha tenido tiempo de cruzar el universo. Además, hay quien dice que el hecho de que veamos el cielo negro no es, si no la demostración de que ni el universo es infinito ni el número de estrellas que contiene lo es, teoría con la que coincido totalmente.